viernes, 27 de mayo de 2011

Cubetas de agua


Estos chamos son peruanos y toman Inca Cola, como mi amigo Luis Yslas. Lavan el carro por US$15 en un terrenito de la calle 56 con la 107 avenida del SW (me acuerdo de Willy Chirinos cada vez que digo saogüest) y se hacen llamar El Cubetazo, hand carwash, aunque no usen cubetas, sino mano y manguera. El caso es que yo digo "tobo". Si digo "cubeta", imagino que soy la invitada especial de un capítulo de El Chavo del Ocho. Ya sabemos que el español que hablamos en Latinoamérica varía de país en país. El problema es que, como en Mayami se reúnen todos, a uno no le queda más remedio que adaptarse. Eso sí, no estoy preparada para casos más extremos como decirle "nylon" a la bolsa plástica que entregan en el supermercado o "goma" a los cauchos del carro. Sépanlo.

miércoles, 4 de mayo de 2011

A mí me gusta hablar español...


...o inglés cuando es estrictamente necesario. 

Pero eso de: "Oye, qué nice estuvo la película.
Ese actor es súper cool. I love him".
Eso no va conmigo.

En esta ciudad, sin embargo, el español -o lo que queda de él- lleva años enamoradísimo del inglés. Es tal el romance, que cuando caminan no se sueltan de las manos. No sólo en la calle, sino en la televisión.

Hagan click aquí y vean cómo el spanglish toma el control... remoto. 

martes, 3 de mayo de 2011

Por si acaso...


Un secador, dos planchas y dos cepillos aguardan 
en el baño de mujeres del lounge Blue Martini, en Brickell.

Amantes del alisado japonés: podéis ir en paz.