sábado, 25 de diciembre de 2010
Está bien, pero es distinta
miércoles, 15 de diciembre de 2010
Seguimos siendo exóticas
martes, 16 de noviembre de 2010
Pollito-chicken, vergüenza-shame
La frase salía de su boca una y otra vez. Sus gritos, que viajaban con fuerza, iban dirigidos a los que salían del auditorio con una copia de Decision Points bajo del brazo, y luego -más tarde- al policía que le pedía que abandonara el lugar.
Iba vestida con ropa de hacer ejercicios y sostenía un paraguas rosado en señal de protesta: abierto, a pesar de que ni llovía ni hacía mucho sol. Casi todos los que salían del evento, en cambio, llevaban traje y corbata, taller y tacones, y cargaban con su respectivo ejemplar firmado por el ex presidente de los Estados Unidos, George W. Bush.
“You, ignorants-freaks, should go and read some history”.
A propósito de la reducida convocatoria, los manifestantes no sólo se quejaron de la gente que compraba el libro de un “criminal de guerra” y de los organizadores de la feria por invitar a “semejante tipo”, sino también de “la ciudad de Miami por ser tan apática: por estar repleta de gente que históricamente ha tenido razones para salir a protestar y no lo ha hecho”.
lunes, 15 de noviembre de 2010
Estefan vs. Talese
lunes, 18 de octubre de 2010
martes, 5 de octubre de 2010
Conservative = Conservador
domingo, 26 de septiembre de 2010
#26S
Es increíble la cantidad de venezolanos que hay en esta ciudad. Casi –y hago énfasis en esta palabra, casi- todos se parecen. No sé, hubo momentos en los que sentí que hacía la cola para votar en un colegio de El Cafetal. Por ejemplo: cuando una reportera salió corriendo a entrevistar a una chica que tenía un paraguas rojo. ¿Qué significa tu paraguas?, le preguntó la inquisidora “periodista”. “No significa nada”, le contestó la muchacha. “Tengo calor, quiero taparme del sol, y mi paraguas es rojo… como puede ser azul, verde o amarillo”. Todo el mundo volteó a verla. Una lindura.
Hubo un momento en el que sentí que el tiempo se detuvo: cuando esta señora y este muchacho -dos banderas andantes, más bien- comenzaron a bailar y gritar frente a una cámara. “¡Fuera Chávez, nojoda!”, decía él. “No digas groserías, mijo”, le pedía ella.
Un carro descapotable con chamos bailando changa a todo volumen, daba vueltas por los alrededores una y otra vez. En la cola vendían hallacas, llaveros y demás parafernalia, dulce de lechoza... con z, que es como me gusta, aunque la RAE diga que se escribe con s (sin z sabe rara).
En fin, yo sólo quería dejar constancia de que en Mayami -para el Parlamento Latinoamericano- hasta el perro votó.