“Shame on Miami Book Fair!”
La frase salía de su boca una y otra vez. Sus gritos, que viajaban con fuerza, iban dirigidos a los que salían del auditorio con una copia de Decision Points bajo del brazo, y luego -más tarde- al policía que le pedía que abandonara el lugar.
“This is a public street. I don’t wanna go anywhere. Where’s the freedom of speech, sir?”
Iba vestida con ropa de hacer ejercicios y sostenía un paraguas rosado en señal de protesta: abierto, a pesar de que ni llovía ni hacía mucho sol. Casi todos los que salían del evento, en cambio, llevaban traje y corbata, taller y tacones, y cargaban con su respectivo ejemplar firmado por el ex presidente de los Estados Unidos, George W. Bush.
Uno de ellos, después de detallar a la gente que sostenía las pancartas, dijo a regañadientes:
“You, ignorants-freaks, should go and read some history”.
“You, ignorants-freaks, should go and read some history”.
Así, con la presencia de George W. Bush y esta protesta convocada por Code Pink, Women for peace -una ONG que planea manifestar contra el ex presidente en cada punto de su gira de presentación del libro- arrancó la Feria del Libro de Miami este domingo 14 de noviembre.
A propósito de la reducida convocatoria, los manifestantes no sólo se quejaron de la gente que compraba el libro de un “criminal de guerra” y de los organizadores de la feria por invitar a “semejante tipo”, sino también de “la ciudad de Miami por ser tan apática: por estar repleta de gente que históricamente ha tenido razones para salir a protestar y no lo ha hecho”.